La alcachofa (Cynara scolymus) es una planta herbácea perenne o semiperenne que se caracteriza por las siguientes características:
- Hojas: Son oblongas, aserradas, con bordes dentados y nerviaciones marcadas. Las hojas jóvenes tienen un color verde claro, mientras que las adultas son lobuladas y tienen muchos pelos en el envés.
- Tallos: Son gruesos, acanalados, ramificados y con surcos longitudinales.
- Flores: Están insertas en un tálamo terminal carnoso, cubierto por brácteas imbricadas.
- Fruto: Es un aquenio de forma oblonga, de color grisáceo con manchas pardas o negruzcas.
- Raíz: Puede alcanzar profundidades de más de 50 centímetros.
- Altura: Puede alcanzar una altura de 1,20 a 1,30 m.
- Espacio: Puede cubrir un espacio de 2 m de diámetro.
La alcachofa es originaria del Norte de África y Sur de Europa. Se adapta a todo tipo de suelos, pero se desarrolla mejor en los profundos, arenosos, fértiles y bien drenados.
La parte comestible de la alcachofa es su corazón, que se encuentra en el centro de la planta y se protege con hojas externas gruesas y duras.